viernes, 19 de agosto de 2011

Nota de Pau para la revista Las Rosas..


Una charla íntima de amigas que es habitual cada semana, pero que era inédita en el terreno periodístico. Desde la popularidad hasta el noviazgo famoso, Jazmín pregunta pero Paula avisa: “en este momento si tengo que contar algo lo hago en Showmatch, es mi trabajo”.

Definitivamente su vida cambió. Antes viajaba atrás de sus parejas, ahora viaja persiguiendo su estima personal. A principios del año pasado surgió su gran oportunidad, la que iba a cambiarle su destino e iba a instalar su nombre en cada hogar. Una chance que no dejo pasar y que actualmente le abrió las puertas para realizar el reciente video con Ricky Martín y un largometraje con José María Listorti. Además, se disfrazó de prostituta, solamente para la miniserie “Los Únicos”, lloró para un jurado de batas psicológicas y reemplazó a Pamela Anderson en su “Bailando segunda edición”. Confiesa que finalmente pudo armar su vida como “Paula”. “Volví a mi esencia, a quién soy yo”, dice.

¿Creés mucho en la llamada “Ley de Atracción”? ¿Te da resultado?
Sí, mi abuela siempre me decía que cuando quisira algo tenía que pensar mucho en eso, imaginarme como sería. Cuando entré a Bailando no quería pasar desapercibida, quería que sea un antes y un después en mi carrera y pasó.

¿Por qué crees que duraste tanto tiempo en el bailando?
Por la historia que surgió con Peter, hoy está todo basado en el rating y la gente compró el coqueteo entre el productor y la modelo.

¿Cómo nació esa historia? ¿La armó Marcelo, vos o la producción?
Surgió un día en que me empezaron a joder con presentarme un novio, estábamos en “La Cocina del Show” y ahí apareció Peter cantándome un tema de Ricardo Montaner, después se repitió la escena en “Bailando”. Ese mismo día el programa midió 38 puntos de rating. El que maneja a la audiencia es Marcelo, él arma y desarma lo que quiere, vio que la historia pegaba en el público y la fomentó. Para nosotros resultaba normal, era un pibe que encaraba a una minita. Eso era real y contábamos las cosas que pasaban entre nosotros.

Finalmente quedaba armado un guión para el programa…
Sí, claro, lo hacía de forma inconsciente. Contaba las cosas de una forma natural, como el día que hablé de mi padre…

El día que el jurado te mando al psiquiatra…
Tal cual, todo empezó como un chiste y finalmente terminé llorando. Fue demasiado para mí, me angustié: las cámaras, el público, la exposición. No son cosas fáciles de manejar.

Es bastante perverso el programa, a un chiste se lo convierte en una patología. ¿Por qué nunca te revelaste contra ese manejo?
Entendí que era parte del show, no quería confrontar ni debatir con ellos, entonces me angustiaba, me ponía a llorar y me iba a mi casa.

¿Esa angustia te duraba?
No, después se me pasaba, aparte, al tiempo empecé a comprender como había que manejarse en ese juego, así que la angustia era sólo parte del programa.

¿Cómo hacías para limitar tu vida personal de la del programa? Finalmente la realidad superó el guión y terminaste de novia con Peter…
Es que para mí siempre fue real lo de Peter. Era un histeriqueo entre dos que se gustaban, pero en cámara. Soy la mina más histérica del mundo, creo que eso también resultaba para la audiencia.


Estabas recién separada…
Sí, estaba cumpliendo un duelo de una relación muy larga con Facundo (Pieres, polista de fama mundial). La verdad es que todo se dió por sorpresa, apareció un pibe que me gustaba, pero también me quería tomar mis tiempos.

Tuviste dos relaciones con polistas, viviendo una vida bastante extravagante para el común de la gente…
Una vida bastante elitista, pero que finalmente no era la mía...

¿Te parecía una vida cómoda?
No, mi casa siempre fue de laburantes, de barrio. Siempre me pagué todo sola, el tema de la plata nunca me fue un valor interesante, él que está conmigo sabe que la conquista no va por ahí.

¿Qué fue lo que te enamoró en ese momento?¿Te deslumbraste con lo desconocido?
No, me enamoré de ellos, pero finalmente me dí cuenta que la mujer está muy relegada en esa sociedad, te desdibujás. Tenés que seguir a tu pareja para poder funcionar como tal. No podes asentarte en ningún trabajo, tu vida depende del otro. No es casual que cuando entré a “Bailando” se terminó la relación.

Ahí es donde se nota cierto quiebre interno en vos…Parecería que tomaste nuevamente el protagonismo de tu vida…
Hoy estoy primero yo. Antes priorizaba la felicidad de ellos y abandonaba lo que me gustaba, hoy no lo volvería a hacer. Me di cuenta todo lo que podía lograr por mi misma, formarme como persona y como artista.

¿En qué momento te volviste a enamorar de vos?
(Silencio…) Estoy en un proceso de… Estoy tratando de valorarme más como persona…

No pareces en tu vida pública alguien inseguro…
No, ya sé, pero es algo en lo que tengo que trabajar, realmente lo soy…

¿Por qué te enamoraste de Peter?
Porque volví a mi esencia, me di cuenta que no tenía que adosarme a la vida de otro para ser alguien, que conmigo misma me bastaba para lograr lo que quiero. Pedro es una persona como yo con los mismos valores, te respeta y te admira.

¿Antes eras vos la que admirabas?
Sí, la mirada estaba en el otro, hoy no me acoplo a la vida de nadie, mi prioridad está puesta en mi vida laboral y también personal. Finalmente pude armar mi vida como “Paula”.

¿Por qué no te querés tanto?
Por las cosas que tenemos todos. Tengo una gran cuota de inseguridad, es en esos momentos que trato de hacer un repaso de todo mi curriculúm y ver todo lo que logré…

¿Cómo te llevás con esta repentina popularidad? Sentís mayor responsabilidad por ser un “referente de opinión”?
Soy consciente de que tengo que cuidar las cosas que digo y hago, hay adolescentes que me siguen, me mandan cartas y me dicen que les gustaría ser como yo, por lo cual no puedo andar dando malos ejemplos…

¿Qué tratas de fomentar en esas chicas? ¿Qué valores?
Nunca me vas a ver hablando mal de alguien en un programa, no es lo mío, no es el camino que quiero tomar, así que eso no lo hago.

Ok, pero eso tiene más que ver con vos…. A nivel social, ¿Qué mensaje o acciones realizás?
Uso mucho el twitter cuando encuentro perros abandonados para ver si alguien los quiere adoptar. También trato de fomentar que las chicas estudien, que terminen el colegio.

Por un lado querés resguardar tu vida privada, pero en tu caso la realidad superó a la ficción. ¿Cómo evitás no cruzar tu propio límite?
Dejo que las cosas vayan hasta donde quiero y hasta ahí es lo que cuento. Eso son los pro y los contras de esta carrera. Me encanta ser popular y famosa pero hay ciertas cosas me incomodan. A veces me preguntan porque me peleo con Peter, hay cosas que no quiero decir.

Pero también es abrirle la puerta al lobo y no querer que entre. En Showmatch contás porque te peleas…
Sí, pero corrí la barrera de mi vida privada, antes contaba más, ahora ya no…

Entonces también hay una dosis de conveniencia, quizá el año pasado te sumaba decir más…
El año pasado no lo hacia a propósito, siempre fue de forma inconsciente. En este momento, si tengo que contar algo lo hago en Showmatch, es mi trabajo… A Marcelo “nadie le puede decir que no”, si me pregunta algo, cuento, sólo lo que me parece.

¿Eso significa que ahora preparás tu “speech”?
No sé, estoy más canchera. La gente quiere saber.

Este año bailaste, condujiste y actuaste. ¿Ideas del Sur es como una gran fábrica en donde todos son operarios y se van cubriendo baches del otro?
No sé si es bachear al otro. Van moviendo los roles, pero con sus pollos. Tienen su gente, los que “ellos crearon”.

¿Qué es lo querés de tu vida, para donde estás orientando tu carrera?
Para la actuación, es lo que estudié toda mi vida y en donde más cómoda me siento. Quiero direccionarme para ese lado…

¿Qué pasaría si mañana volvés al anonimato? ¿Cuán adictiva es la popularidad?
Está bueno. Uno conoce el éxito, la fama, el “estar ahí arriba”, pero también disfruto del anonimato. El día de mañana si quiero tener hijos y una familia y dejar todo esto, lo haría encantada.

¿En donde buscás privacidad?
Prefiero quedarme con Pedro en mi casa mirando tele antes que salir a comer, eso se complica. La gente te pide fotos y demás cosas mientras estás comiendo.

Pero y esa frase: “Te debés a tu público”
No creo que sea así, por un lado son ellos los que te ponen en tu lugar y por otro también tenés derecho a preservar tu intimidad.

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